Tu pedido en 24/48H - Envío gratis > 29€*

Protectores Solares a examen.

¿Son seguros los filtros químicos? ¿Qué es exactamente el SPF?
¿Cómo protegen los filtros minerales?

Algunas consideraciones sobre los protectores solares a tener en cuenta antes de tumbarnos al sol.

Hace ya varios años que aparecieron en el mercado protectores solares con SPF 70, y para cualquier persona de piel clara esto podría ser una invitación a tomar el sol durante 12 horas sin temor a quemarse. Al fin y al cabo, cuanto mayor sea el número, mejor, ¿verdad? Sin embargo, antes de tumbarnos en la playa a tostarnos, hay un par de cosas que deberíamos saber acerca de la radiación solar y del SPF.

La radiación solar

La luz del sol llega hasta nuestra piel en forma de radiación ultravioleta, lo que conocemos como UVA y UVB. La luz UVB es la principal causa de las quemaduras por el sol, mientras que los rayos UVA penetran en la piel más profundamente,   y se asocian con la aparición prematura de las arrugas, la pérdida de la elasticidad y otros efectos del fotoenvejecimiento.  Por eso una exposición al sol prolongada y sin protección puede tener efectos nocivos sobre nuestra piel.

      Nuestra piel posee intrínsecamente mecanismos de adaptación y protección frente a la radiación solar, como son el engrosamiento de la capa córnea, la producción de melanina, la activación de moléculas antioxidantes y los sistemas de reparación de ADN.

Cuando la exposición al sol es demasiado prolongado nuestra piel necesita ayuda para protegerse del sol, siendo variable en función del fototipo de piel. Las personas de piel más clara tienen menos protección natural frente a la radiación solar, suelen ser personas que viven en lugares donde la radiación es poco intensa.

SPF, factor de protección solar

El sistema de medición de protección solar fue establecido por la FDA (Adm. de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos), para medir, principalmente, la cantidad de protección que el producto ofrece contra las quemaduras solares causadas por los rayos UVB. Todavía no se ha establecido un sistema para medir la protección contra los rayos UVA.

      El Factor de Protección Solar (SPF), indica cuánto tiempo puede pasar al sol una persona antes de llegar a quemarse, usando un producto de protección solar. Para saber cuánto tiempo podemos permanecer al sol con un SPF X, utilizaremos la siguiente fórmula:

“Minutos que podemos tomar el sol sin protección (y sin quemarnos)  x   SPF = minutos que podemos tomar el sol sin quemarnos con la crema.”

      Por ejemplo, una persona de piel clara que normalmente empieza a quemarse después de 10 minutos al sol, tardaría 15 veces ese tiempo con un SPF 15 (150 minutos o 2.5 horas). Pero antes de empezar a contar minutos y mediciones de protección solar, debemos saber que esta ecuación no siempre es exacta.

Hay que tener en cuenta que se suele emplear menos cantidad de crema que la utilizada en las pruebas, y que además a pesar de las indicaciones a prueba de agua o resistente al sudor, todos los protectores solares disminuyen su eficacia cuando se expone al agua o el sudor.

Por ahora sabemos que un número de SPF alto significa más tiempo de exposición al sol y mayor nivel de absorción de los rayos UVB. Sin embargo este número no aumenta de manera exponencial según aumenta el número SPF, lo cual puede ser bastante confuso. Por ejemplo, un SPF de 15 absorbe el 93,3 % de los rayos UVB, pero un SPF de 30 absorbe el 96,7 por ciento. El número de SPF se ha duplicado, pero la tasa de absorción se ha incrementado en sólo el 3,4 por ciento.

Hace ya un tiempo que las autoridades sanitarias se han pronunciado al respecto, recomendando a los fabricantes poner en el etiquetado “protección baja” , “protección media” o “protección alta” en lugar de los número de protección, pero se sigue identificando más la protección con el número y la mayoría de los consumidores piensan que un FPS 50 protege el doble que un FPS 25.

01-Bodegon-webTipos de filtros solares

Los protectores solares son cosméticos que protegen la piel frente a los rayos ultravioletas (UV), mediante la incorporación en la fórmula de un filtro solar.

Existen dos grupos de filtros solares, unos son de síntesis química y aparecen en las etiquetas como cinamatos, benzofenonas o derivados del benzimidazol. Estos actúan absorbiendo la radiación solar y provocando un cambio en su estructura química y son potentes alérgenos y disruptores hormonales, es decir, interfieren en el correcto funcionamiento hormonal.

El otro grupo, son filtros físicos o de pantalla, principalmente el dioxido de titanio o el óxido de zinc. Son sustancias minerales que forman una pantalla sobre nuestra piel que actúa reflejando la luz solar. Solamente este tipo de filtros están permitidos en cosmética natural certificada ya que no son dañinos para el ser humano y ofrecen la protección más segura. Además ofrecen algunas ventajas importante respecto a los filtros químicos:

. Al ser sustancias minerales no son contaminantes para el medio ambiente
. Su efecto es inmediato, no hay que esperar un tiempo para que sean efectivos como en el caso de los filtros químicos.
. Son inocuos y no provocan alergias
Hay otros ingredientes,  a parte de los filtros solares, que se incluyen en las formulaciones para proteger la piel de las quemaduras solares, que evitan la deshidratación, son potentes antioxidantes y actúan suavizando la piel, como el Aloe Vera (Aloe Barbadensis extract), la manteca de karité (Butirospermun parkii butter), o el aceite de aguacate (Persea Gartisima Oil) entre otros. También el aceite de zanahoria (Daucus carota Oil) o el de Buriti ( Mauritia Flexulosa Fruit Oil) a la vez que nos protegen,  broncean la piel. Todos los puedes encontrar en nuestra gama de productos para el sol Amazonia.

Piel radiante en verano

En conclusión,  un protector solar con un SPF más alto no ofrece una mayor protección contra los rayos UVB. Una vez que pasas SPF 30, la protección no aumenta de manera espectacular, y un número más alto puede dar una falsa sensación de protección, además de estar cargado de ingredientes tóxicos dañinos para nuestra salud.

Así que terminados con unos sencillos consejos para mantener tu piel radiante también en verano:

  1. Para evitar quemaduras solares aplícate protección solar a diario en todas las zonas que expongas al sol y evita la exposición al sol en las horas centrales del día.
  2. Utiliza ropa ligera que cubra tu piel del sol.
  3. Toma agua para mantener la hidratación que tu piel necesita para verse tersa.
  4. Limpia el rostro diariamente, en verano sudamos más y los poros se pueden tapar. Limpiadora de Saponaria.
  5. La exfoliación te permitirá eliminar las células muertas de la piel y su regeneración. Exfoliante de Albaricoque
  6. Utiliza a diario una crema hidratante, esto mantendrá la hidratación en la piel sin generar exceso de grasa. Cremas hidratantes naturales
  7. Evita las bebidas gaseosas, favorecen la celulitis y la deshidratación de la piel.
  8. Y sobre todo enseña a tus hijos a protegerse del sol.

Fuente: Blog amapola biocosmetics.

Dejar Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

once − nueve =